El Supremo de Israel paraliza temporalmente el cese del jefe de la Inteligencia en medio de las protestas
Cientos de personas se manifiestan por cuarto día consecutivo frente a la casa de Netanyahu en Jerusalén
Israel se apoderará de Gaza hasta que Hamás libere a los rehenes
El jefe del Shin Bet, Ronen Bar
Netanyahu ha reabierto el frente de Gaza al tiempo que ha lanzado una guerra total a nivel doméstico contra la fiscal general, Gali Baharav-Miara, los jueces del Supremo e incluso el jefe de su servicio de seguridad interior, el todopoderoso Shin Bet, ... Ronen Bar. Siguiendo el patrón de Donald Trump, el primer ministro israelí pasó a la acción con firmeza y escribió en sus redes sociales que «en Estados Unidos y en Israel, cuando un líder fuerte de derechas gana unas elecciones, el Estado Profundo de la izquierda utiliza el sistema judicial como arma para frustrar la voluntad popular. ¡No ganarán en ninguno de los dos lugares! Nos mantenemos firmes, unidos».
El gobierno votó el jueves a favor de quitar de su puesto al jefe del Shin Bet, después de que la agencia iniciara investigaciones sobre los asesores del primer ministro sobre la malversación de información clasificada o los pagos recibidos desde Qatar por figuras próximas al primer ministro.
Mientras Israel y Estados Unidos siguen culpando a Hamás de la ruptura del alto el fuego, el director del Shin Bet acusó a Netanyahu de negociar sin querer alcanzar un acuerdo real.
El Tribunal Supremo suspendió de forma inmediata esta decisión del gobierno y ministros radicales como Bezalel Smotrich respondieron en X diciendo que «los jueces de la Corte Suprema no dirigirán la guerra ni determinarán a sus líderes». El recién nombrado ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, también ultranacionalista sionista, adelantó que «¡Es hora de una reforma judicial!». Es el próximo paso de la agenda del gobierno.
El presidente del país, Isaac Herzog, criticó abiertamente las «medidas controvertidas» del gobierno que «profundizaron las divisiones» mientras Israel sigue en guerra en la franja de Gaza. En palabras de Herzog, «es impensable reanudar los combates mientras seguimos adelante con la sagrada misión de traer a casa a nuestros rehenes». Pero quien tiene la última palabra en Israel es el primer ministro, sobre todo si se apellida Netanyahu y su apuesta es traer a los rehenes con el uso máximo de la fuerza, no mediante un acuerdo.